TOMÁS Y ROBERTO EN FERROL

   Una vez más el dilema de siempre -es que a uno se le acaban las ideas y, no quiero con esto acusar a nadie, pero...-, como contar otra vez lo mismo sin parecer repetitivo, o mejor dicho, que no parezca lo mismo en cada ocasión siendo siempre algo tan distinto.
   Fue este un curso que juntó al Maestro Tomás y a su hijo Roberto, inenarrable, claro está. Estas cosas son para disfrutarlas poniendo todos los sentidos, disfrutar del aprendizaje meticuloso en los detalles, de darle valor al esfuerzo y a la lección que percibimos sobre la progresión correcta. Lo de siempre, lo distinto. Disfrutar y aprender en cada momento, con cada detalle, notarnos progresar no tiene precio, para todo lo demás...
   Otra forma de explicar estas vivencias es contar batallitas de abuelete, que sirven también para situarnos dentro de un contexto. Y es que a título personal os puedo contar que en el año de gracia de 1993 obtuve el título de Shodan en el último curso que hasta el día de hoy había dado Tomás en Ferrol, en el gimnasio de los hermanos Cano, estando presente Guillerno "el abuelo" presente para dar fe de todo esto. Todas estas caras se repitieron, veinte años después, y lo que es más grato, entrenando con la misma ilusión del primer día -supongo-.

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   Por nuestra parte AikiAstúrica no nos atrevimos a llevar a Andrés, no creo que nos dejaran después de nuestra última experiencia, no hace mucho, por tierras de Coruña. Por lo que nos congraciamos con todos los presentes y, lo que es más importante, con el mundo mágico lugareño, por lo cual se nos fue permitido comer pulpo -y lo rico que estaba-. Desde aquí un saludo a Salchipulpy, allá donde estés, se te recuerda con cariño.